El ejemplo de la naranja que viste al principio es un cambio químico.
Estos cambios implican que se altera la naturaleza o composición química del sistema, apareciendo sustancias nuevas. En la mayoría de los casos se trata de fenómenos irreversibles, es decir, que no podemos revertir o volver al punto de partida.
Supón que estás al lado de una chimenea y echas unos papeles que crees que no sirven para nada. Al cabo de veinte segundos te dicen tus padres que eran unas facturas importantes. ¿Crees que tiene remedio la situación o tendrán que pedir duplicados de las facturas? Como parece claro que NO vas a poder rescatar las facturas del fuego y volverlas a tener como estaban antes, por lo que ha ocurrido un cambio químico.
Como puedes ver, las dos imágenes son de un huevo pero, ¿dirías que ha cambiado su naturaleza? Sus propiedades nutritivas son muy similares. ¿Quiere eso decir que es un cambio químico o físico?
De nuevo tienes que recurrir a la idea de reversibilidad. ¿Podrías volver a la situación de huevo crudo una vez que lo has frito?
Como la respuesta es que NO, estás ante un cambio químico.
Ahora vas a poder ver un vídeo en el que se produce un fenómeno físico que ya conoces, la disolución de una sal en un líquido, pero seguido de un cambio químico.
Observa que el cambio químico será evidente. ¿Cómo te has dado cuenta de que se trata de un fenómeno químico?
Se produce un cambio en la naturaleza o composición química del sistema.