Ya conoces cómo son los átomos y cómo se distribuyen los electrones en su interior. Dependiendo de cómo esté ocupado el último nivel de energía del átomo, lo que llamamos configuración electrónica externa, tendrá unas propiedades químicas u otras. Esas propiedades son las que permiten comprender cómo se unen los átomos para formar otras sustancias como son las moléculas o los cristales.
La cantidad de compuestos químicos que se conocen es enorme y también lo es la velocidad con que la que se sintetizan y descubren otros nuevos. Es necesaria una sistematización en la forma de nombrarlos para que toda la comunidad científica pueda entenderse. Históricamente se usaron nombres de muy diverso tipo, pero en el siglo XX, La Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (International Union of Pure and Applied Chemistry), IUPAC, a través de sus comisiones para la nomenclatura inorgánica, orgánica y bioquímica, ha sido la encargada de dar las normas para la nomenclatura y formulación de las sustancias químicas. Las últimas, hasta el momento, se publicaron en 2005 (en 2007 la versión en español).