Aunque el modelo atómico de Ernest Rutherford, que situaba a los protones en el núcleo del átomo y a los electrones girando alrededor de este, era muy aceptado y explicaba fenómenos observados con gran solvencia, había otro tipo de observaciones a las que no daba respuesta y que lo hicieron entrar en crisis. Algunos de los hechos observados que no podían ser explicados eran:
- Los espectros atómicos. Que fueran específicos para cada elemento no parecía que estuviese asociado a la concepción "planetaria" del modelo de Rutherford.
- Que las cargas positivas pudiesen estar juntas en un espacio tan pequeño como el núcleo atómico. Era sabido que las cargas del mismo signo se repelen y el modelo no era capaz de dar una respuesta clara a esta objeción.
- Que los electrones que giraban no cayesen sobre el núcleo. Las leyes de Maxwell establecían que cuando las cargas eléctricas se mueven, emiten energía. Eso quiere decir que en su modelo, los electrones debían ir acercándose al núcleo en sus órbitas hasta caer sobre él, llegando a colapsar el átomo.